domingo, 30 de marzo de 2008

Siempre quise ser un vampiro

Supongo que aunque sólo sea por el título de este post, ya supondréis lo que os voy a contar, pero voy a desarrollar un poco el tema, ya que pudiera ser interesante y gracioso, lo cual me ha tentado a clasificar el post en la categoría de Humor, pero al final me lo he pensado mejor.
El caso es que no tengo ni idea de la razón o del momento en que me empezó a cautivar la idea de ser un vampiro, vivir de noche, sacarle la sangre a bellas damas e incluso convertir a algunas en vampiresas. Yo pienso que debe de ser que desde siempre he vivido más de noche que de día y he tenido y aún tengo muchos problemas de insomnio, el caso es que normalmente estoy más despierto y me siento mejor de noche que de día. Por otro lado pudiera ser que el hecho de ser un vampiro me hiciese sentirme superior a los demás y esconda tras este trauma un complejo de inferioridad que aún está por aflorar.
la idea común de un vampiro que vuela, vive de noche, duerme de día, que además vive de la sangre de los demás (Algo negreros serían) y convierte a bellas damas en sus compañeras de fechorías, en serio que me atrae mucho y lo peor de todo es que no creo que me sintiese muy culpable de vivir de chuparle la sangre a otros seres, ya que no tendría necesidad de matarlos, lo que me recuerda una película que recientemente he visto de título La criatura perfecta, en la que los vampiros serían algo parecido a la iglesia, a los que se les denominan hermanos, que cuidan de los seres humanos y estos últimos a cambio van a la iglesia a donar sangre. Es bastante curiosa la película y no es ni muy buena ni mala del todo, con lo cual se podría decir que vale la pena verla, si no se tiene nada mejor que hacer.
Con todo esto, supongo que comprenderéis que a la hora de ver una película uno de los géneros que más me guste sea el de las películas de vampiros.
Por otro lado se suele decir que los borrachos y los niños nunca mienten, pero esto no debe de ir conmigo, ya que en más de una ocasión estando bien pedo me he creído ser un vampiro, lo cual ha desembocado en espectáculos dignos tanto de ver como de relatar. En primer lugar hace ya varios años recuerdo salir de un antro en Canido denominado Minimal a eso de las 11 de la mañana y hacer como si el sol me hiciese más daño del que pudiera hacer a un chico resacoso con el cambio de la oscuridad a ese derroche de luz. En el mismo local otro día se me acerco una chica de grandes pechos y generoso escote, con lo que no me pude resistir y en mi papel de vampiro le metí un bocado, pero lo sorprendente es que sonrió y no pareció parecerle mal, aunque a saber que tipo de sustancias había ingerido con anterioridad. Por último sin que sea esta la última de las anécdotas relacionadas con el tema, he de recordar que un día en Vanitas, le dije a mi novia que era un vampiro y que por eso cuando pasaba por la pista de baile todos se apartaban a mi paso, lo cual causó un gran enfado por parte de mi novia, pero no le culpo, ya que después de cruzar la pista 3 veces consecutivas y seguir con la historia, mi novia pensó que estaba más loco de lo que realmente estoy.

Mamá de mayor quiero ser vampiro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoy escribiré el post del último partido de las cobras.